Sunday, June 17, 2007



Originario de Isla de Pascua Rapamune, el hongo milagroso

El rapamune es un hongo, que se ha trasformado en la fuente de la droga rapamicina, la cual ha comprobado ser la mejor droga del planeta para evitar los rechazos de órganos en pacientes trasplantados. Ahora la sustancia, además de exhibir nuevas bondades en el campo cardiovascular, camina hacia su independencia, después que investigaciones determinaran que ya no es necesario utilizarla en combinación con otros elementos, como se hacía hasta hoy.

Amiga del riñón
Rapamicina anticancerígena
Desde el ombligo del mundo
También para el corazón
Investigación en Chile

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05 de junio de 2003
Fuente: La Nación
Por: Cecilia Yáñez

Una nueva luz de esperanza asoma para los trasplantados. Se trata de la rapamicina, una droga extraída de un hongo originario de Rapa Nui, el rapamune, que desde hace cuatro años se utiliza como el inmunosupresor de mayor éxito a nivel mundial.

Su prestigio determina que todos los años se realicen nuevas investigaciones para descubrir más aplicaciones o para analizar el porcentaje de rechazo que cubre en pacientes de todo el planeta.

Uno de estos estudios se está realizando con pacientes trasplantados de la Clínica Las Condes por el laboratorio Wyeth (creador del inmunosupresor Sirolimus, fabricado sobre la base de la rapamicina) que eligió este establecimiento dado el excelente prestigio del que goza en materia de trasplantes. Aquí escogerá a un grupo de pacientes para que durante dos años consuman sólo esta droga y no combinada con otro inmunosupresor, como se ha hecho hasta ahora.

Aunque el laboratorio ya ha realizado estudios similares, es la primera vez que incluyen pacientes latinoamericanos para evaluar la actividad inhibidora de la droga.

Amiga del riñón
Nuestro organismo posee varios tipos de células que son las encargadas de avisar la presencia de un cuerpo extraño en su interior, desde un virus hasta un órgano. Las primeras en dar el aviso son las dendríticas para que los llamados linfocitos T generen células tóxicas (citoquinas) que destruyen al "invasor" a través de la inflamación. Pero esta protección natural, claramente no ayuda cuando de trasplantes de órganos se trata y es por eso que la ciencia ha trabajado arduamente buscando una droga que inhiba el rechazo.

Según explicó el nefrólogo de la Clínica Las Condes Jorge Morales, con más de 40 años de experiencia en trasplantes, la rapamicina impide la multiplicación de las células T. Pero en el último tiempo se descubrió que además altera las células dendríticas que son las que ayudan a ver la proteína extraña de la sustancia ajena, "así el organismo jamás se alcanza a enterar que hay un cuerpo con proteínas distintas a las propias".

Pero eso no es todo. La rapamicina no produce daño en el riñón como sí lo hace la ciclosporina (el inmunosupresor más utilizado) que con el tiempo termina endureciendo este órgano y llenándolo de cicatrices.

Por esta razón la rapamicina "alargaría" la vida útil del riñón, que de acuerdo a la experiencia de Morales, puede durar más de 20 año si existe una excelente compatibilidad o entre 10 y 12 años si es regular.

Hasta el momento la rapamicina se ha utilizado en conjunto con la ciclosporina y con corticoides. Sin embargo algunos estudios han demostrado que también puede ser utilizada sin ciclosporina, mejorando todavía más la función renal.

Pero pese a todos los beneficios que tiene la droga del rapamune, también posee algunos efectos secundarios, pero que puestos en la balanza no se comparan con las mejoras que experimentan los pacientes.

El rapamune, el dadivoso hongo de Rapa Nui.
Entre las reacciones adversas se cuenta el aumento del colesterol (que puede ser controlado con dieta y medicamentos específicos), disminución de plaquetas y leucocitos, erupciones cutáneas y acné.

Presentados beneficios y reparos, la rapamicina sigue siendo más que auspiciosa. El único y real inconveniente es su costo. Un tratamiento con esta droga varía entre los 400 y los 500 mil pesos mensuales, una cifra que claramente no está al alcance de cualquier bolsillo. De hecho, sólo el 1% de los trasplantados en Chile la utiliza.

Habrá que esperar algunos años más a que la rapamicina termine de despegar para que sus precios sean más realistas, por lo menos para nuestro país.

Rapamicina anticancerígena
Los pacientes sometidos a un trasplante de un órgano necesitan suprimir su sistema inmune y con ello evitar que se produzca un rechazo del tejido implantado. Sin embargo una de las consecuencias más graves de esta terapia es el aumento de la tendencia a desarrollar cánceres. Existen datos que señalan que la terapia inmunosupresora aumenta entre 20 y 500 veces la incidencia de cáncer.

La buena noticia es que un estudio de la Universidad de Regensbug demostró que la administración de rapamicina reduce el riesgo de desarrollar un tumor. La investigación se realizó en ratones con metástasis hepáticas de un cáncer de colon. Aquellos tratados con rapamicina redujeron la aparición de tumores, mientras que el grupo tratado con ciclosporina aumentó la metastasis de hígado.

La explicación se encontraría en que la rapamicina bloquea la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tumor y además tendría relación con la reducción del factor crecimiento de las paredes interiores de los vasos sanguíneos.

Desde el ombligo del mundo
En Isla de Pascua hay mucho más que moais, hermosas playas, piñas, volcanes y un sinnúmero de bellezas paradisíacas. Allí crece el rapamune, un hongo originario de la isla que ha demostrado ser la mejor noticia de los últimos 15 años en el ámbito de los trasplantes.

Cuando se construyó la pista de aterrizaje de emergencia para trasbordadores en 1987, se hizo un levantamiento de suelo. Fue entonces cuando investigadores de la universidad canadiense Mc Gill analizaron las muestras y descubrieron restos de un hongo con propiedades antibióticas similares a la eritromicina. Decidieron bautizarla como rapamicina.

Estudios posteriores demostraron que la cualidad antibiótica era sólo parte de un paquete de beneficios que ofrece el hongo isleño.

También para el corazón
Un 20% de los pacientes que son sometidos a una angioplatía, intervención en la que se destapan las venas obstruidas del corazón a través de un tubo de metal cilíndrico introducido por la ingle que hace las veces de globo desinflado para sujetar las paredes de la arteria, sufría de reestenosis, es decir, una nueva obstrucción que obligaba a practicar otra operación.

Desde hace al menos dos años, el metal o stent se recubre con rapamicina evitando que las paredes vuelvan a estrecharse al inhibir la progresión del ciclo celular y la migración de células musculares lisas.

Investigación en Chile
Wyeth es uno de los pioneros en investigar el uso rapamicina sin otro inmunosupresor. De hecho el estudio ya lo ha realizado en otras poblaciones obteniendo distintos resultados respecto al porcentaje de rechazo, pero todos positivos.

El director médico del laboratorio Wyeth Mario D’Alessandro explicó a La Nación que existen variables étnicas, de ambiente, alimentación y otras muchas más que influyen en los resultados de un tratamiento. Es precisamente esta diferencia la que comenzarán a estudiar en nuestro país, conjuntamente con Argentina y Brasil. (Actualmente están en la etapa de recopilación de antecedentes).

"Para nuestro laboratorio la repetibilidad de la muestra es una condición necesaria... repetimos para ver si lo que se halló en Suecia es lo mismo que se encuentra en Santiago, en Buenos Aires o en Bogotá", dijo D’Alessandro.

El 11 de abril de este año la FDA norteamericana aprobó el uso de la rapamicina sin la combinación de ciclosporina, después de trascurridos dos o cuatro meses del trasplante.

De acuerdo a un estudio realizado en centros de Canadá, Australia y Europa, en tres años, la función renal y la tensión arterial mejoraron considerablemente en pacientes que sólo tomaban rapamicina en comparación con quienes seguían la dosis combinada. La superviviencia del injerto para los primeros era de 91,2%, mientras que para los que todavía utilizaban ciclosporina era del 85,1%.
Fuente: http://www.ceo.cl/609/article-32581.html


Presentan novedoso medicamento inmunosupresor derivado de un hongo de Isla de Pascua
Martes 12 de Junio de 2007

Fuente :La Segunda Internet

La adición de everolimus al régimen inmunosupresor proporciona una excelente función renal en trasplantados renales y reduce el riesgo de rechazo crónico.

El novedoso medicamento Certican (Everolimus) de Novartis está demostrando ser un potente inmunosupresor que evita el rechazo agudo, a la vez que mantiene una excelente función renal en aquellos pacientes que han sido recientemente transplantados.

Asimismo, el medicamento previene el desarrollo de vasculopatía del injerto en trasplantados cardiacos, un factor de riesgo de rechazo crónico. Así lo demuestran los resultados de diversos estudios clínicos, los cuales demuestran que Certican es un inhibidor de la señal de proliferación que puede actuar contra las causas primarias del rechazo crónico de órgano:

· rechazo agudo confirmado por biopsia (BPAR)
· toxicidad renal por inhibidores de la calcineurina (ICN)
· infección por citomegalovirus (CMV)
· proliferación de células musculares lisas y fibroblastos

Manuel Rengel, nefrólogo del Hospital Gregorio Marañon, en Madrid, y experto en neufropatía crónica de injertos , explicó que “el medicamento ayuda sobre todo en el transplante renal ayudando a evitar la pérdida del trasplante, pues la molécula everolimus es un inhibidor de la aparición de tumores y otras posibles complicaciones con efectos secundarios mínimos”.

En Europa, Certican fue aprobado hace dos años, mientras que en Chile, existen varios pacientes que también utilizan el medicamento vía oral con resultados satisfactorios tras el transplante de órganos como corazón , riñón, hígado y pulmón, entre otros.

Además, Chile ha tenido un papel crucial dentro de la creación y desarrollo de este medicamento utilizado en todo el mundo, ya que la molécula everolimus es un derivado de un hongo que crece en Isla de Pascua. El laboratorio Novartis sintetizó este derivado para hacer su uso más amigable en los seres humanos, así nació el everolimus (Certican)

Menos rechazo crónico

Certican inhibe la proliferación de células musculares lisas y de fibroblastos, mecanismo importante del daño crónico. Las células musculares lisas proliferan como respuesta a la lesión vascular. A consecuencia de esta proliferación celular, los vasos que transportan nutrientes vitales para el órgano (injerto) se hacen más estrechos y el flujo sanguíneo disminuye, lo que aumenta el riesgo de pérdida del órgano trasplantado; es lo que se conoce como vasculopatía del injerto, una de las principales causas de rechazo crónico.

Tras diversos estudios e investigaciones, se ha confirmado que la tasa de rechazo crónico después de 24 meses es significativamente menor en los pacientes tratados con Certican, que en los pacientes tratados con azatioprina.

Asimismo, la adición de Certican® al régimen terapéutico estándar disminuye significativamente la incidencia de vasculopatía del injerto en el trasplante cardíaco. La vasculopatía se determinó de forma seriada usando una moderna técnica de ecografía intravascular (IVUS) especializada, para medir el grosor de la íntima del vaso.