Tuesday, June 20, 2006

Una Solución Moral para la Escasez de Organos
Por Alexander Tabarrok

El Instituto Independiente

Miles de personas morirán este año mientras aguardan inútilmente para realizarse un transplante de órganos. Trágicamente, estos decesos podrían evitarse si tan sólo más individuos suscribiesen sus tarjetas como donantes. Sin embargo, cada año la escasez de órganos tiende a empeorar en la medida que la tecnología médica incrementa el número de potenciales beneficiarios mientras que la apatía social y el temor mantienen al número de donantes relativamente constante. Actualmente, unos 60.000 individuos están esperando para hacerse transplantes de órganos, mientras que menos de 10.000 se convertirán en donantes. A pesar de una prominente campaña publicitaria que tiene a Michael Jordan como vocero, una campaña nacional de pastores, rabinos y de otros religiosos apoyando la donación, la oferta de donantes permanece muy por debajo de lo necesario como para salvar la vida de todos los que aguardan en la lista de espera.


El ganador del Premio Nobel Gary Becker ha sugerido que una posible solución a la crisis sea incrementar el incentivo para donar órganos mediante el pago a los donantes. Un sistema, por ejemplo, sería permitirles a la organizaciones de obtención de órganos pagar los gastos funerarios de los donantes.

Los economistas sostienen que siempre que el precio de un bien o servicio es mantenido por debajo del precio de mercado, un faltante tiene lugar. Así como los controles de alquileres ordenados gubernamentalmente en Nueva York y en otras ciudades han conducido a una escasez de viviendas, las normas gubernamentales que declaran ilegal el comprar o vender órganos en el mercado abierto mantienen el precio de los órganos en cero y hacen que la escasez de órganos sea inevitable. Levantemos las restricciones, dicen Becker y otros, y el faltante desaparecerá.

Para muchos, este análisis puede sonar estremecedor, pero estas ideas son ahora tan familiares que al menos un bien conocido libro de textos - “Microeconomics” de Pindyck y Rubinfeld - utiliza a la escasez de órganos para ilustrar los efectos de los controles de precios de una manera más general. No obstante ello, mucha gente aún puede sentirse incómoda con la idea de la venta de órganos humanos. Y para bien o para mal, pocos políticos se encuentran proclives a enarbolar la bandera del laissez-faire cuando se trata de comerciar órganos humanos. Afortunadamente, hay otra solución posible.

Yo propongo que la United Network for Organ Sharing (UNOS) considere restringir los transplantes de órganos a aquellos que previamente acordaron ser donantes de órganos; resumiendo, una regla de “no lo ofreces, no lo recibes.” Mientras resulta comprensible que algunos individuos puedan tener reparos acerca de convertirse en donantes por motivos personales o religiosos, ¿por qué debería de permitírsele a alguien que no estaba deseoso de ofrecer sus órganos poder obtener uno?

El firmar su tarjeta de donante de órganos debería ser considerado como el ingreso a un club, el club de los potenciales receptores de órganos. La actual política de UNOS es la de que los órganos son un “recurso nacional.” Esto es algo desacertado. Los órganos deberían ser los recursos de los potenciales donantes de órganos, y el firmar una tarjeta de donante de órganos debiera ser equivalente a adquirir un seguro. El estar deseoso de entregar un órgano, que ya no le servirá más, es la prima a pagar por el derecho a recibir el órgano de otra persona si uno de los suyos falla.

¿Cómo funcionaría en la práctica la regla de “no lo ofreces, no lo recibes”? Cualquiera podría suscribir una tarjeta como donante en cualquier momento y ser registrado como un donante potencial. La mayoría de las personas firmaría su tarjeta al momento de obtener su licencia de conducir, tal como acontece hoy día. Los niños calificarían de forma automática para recibir órganos hasta la edad de 16, cuando tendrían la opción de firmar su tarjeta. Para evitar que alguien firme una vez que sabe que necesitará un órgano, existiría un período de espera obligatorio de al menos un año para que se haga efectivo el derecho a recibir un órgano.

Los órganos son en la actualidad asignados sobre la base de un sistema de puntaje en el cual la necesidad médica, la probabilidad de que el transplante sea eficaz, y el tiempo transcurrido en la lista de espera juegan todos un rol. Una versión modesta de la regla de “no lo ofreces, no lo recibes” podría ser implementada destacando que, de aquí en adelante, los puntos deberían ser concedidos también por haber suscripto previamente una tarjeta de donante de órganos.

Mientras que este cambio puede dar lugar a que algunos individuos pierdan la oportunidad de recibir un transplante, mucha más gente sería capaz de ser atendida debido a que habrá muchos más donantes potenciales de órganos. Si un número suficiente suscribe sus tarjetas como donantes, este plan podría incluso generar un sobrante de órganos.

Lo que se precisa para reducir la escasez de órganos, y para salvar a miles de personas que fallecen debido a este faltante, es una reformulación de los principios de la obtención y de la donación de órganos. Los órganos no deberían ser poseídos por la nación como un todo, sino en cambio por usted y por mi y por cualquier otro potencial donante de los mismos. Podemos aún disentir respecto de si los órganos debiesen ser o no bienes comerciados en el mercado abierto, pero pocos podrían quejarse de la idea de que aquellos que están deseosos de brindarlos deberían ser los primeros en recibirlos.

Alexander Tabarrok es Director de Investigaciones en The Independent Institute, Profesor Asociado de Economía en la George Mason University, director de los libros del Instituto, Entrepreneurial Economics, The Voluntary City (con D. Beito y P. Gordon), y Changing the Guard: Private Prisons and the Control of Crime.

Traducido por Gabriel Gasave
FUENTE: http://independent.typepad.com/elindependent/2006/01/una_solucin_mor.html
Argentina, ley nacional Nº 26.066 (donante presunto)


La nueva ley puntos sobresalientes
El rasgo distintivo de la actual ley nacional Nº 26.066, respecto de la anterior, Nº 24.193, es que establece que toda persona es un potencial donante de órganos, a menos que oficialmente y por escrito deje constancia de su negativa. La nueva norma se refiere a la ablación de todo tipo de tejido vital, menos aquellos que sean “separables del cuerpo” -como la sangre y sus derivados-, pero abarca las células progenitoras hematopoyéticas, conocidas como “células madre” y también las células de médula ósea.

LOS EQUIPOS de salud responsables deberán informar -tanto a donantes vivos como a receptores- de manera detallada, clara y adaptada a su nivel cultural todo lo relacionado con la operación de ablación y con la de implante; sus secuelas físicas y psíquicas ciertas o posibles; la evolución previsible y las limitaciones resultantes, así como las posibilidades de mejora para el receptor.

EN CASO de que las personas sean menores o “incapaces” -es el término usado en el texto de la ley- los profesionales tienen que informar sobre estas cuestiones al representante o a quien tenga la guarda legal.
EN CASO de que donantes y receptores no se opongan, la información será suministrada a su grupo familiar, conforme al artículo 21: primero al cónyuge (no divorciado) o a la persona con quien conviva; luego a los hijos mayores de 18 años; después a los padres, a los hermanos mayores de edad, a los nietos, a los abuelos, hasta llegar a los parientes consanguíneos de cuarto grado. Por último los parientes por afinidad hasta el segundo grado.

ANTERIORMENTE eran ellos, en ese orden, quienes decidían si donaban los órganos de un familiar muerto que no había dejado su voluntad expresa. Con la nueva ley, la explicación se les da -y lo dice el texto de la norma legal- “a solo efecto informativo”.

DE LA DECISION del dador, de la del receptor y de la del representante legal, si corresponde, y de la opinión médica sobre los riesgos, las secuelas y el pronóstico del caso debe quedar constancia documentada.
TODA PERSONA podrá expresar su negativa a donar órganos y tejidos de su cuerpo; su decisión de donar determinados órganos y tejidos, y otros no, o la de donar con condiciones, según el fin (para el implante en otros seres humanos vivos o para la investigación científica).

LA ABLACION se hará en toda persona fallecida capaz y mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de su oposición a que después de su muerte se realice la extracción de sus órganos o tejidos. “La voluntad será respetada cualquiera que fuese la forma en la que se hubiere manifestado”, expresa la norma.
SI FALLECIERA un menor de edad, sólo sus padres o su representante legal podrán autorizar la ablación, siempre y cuando se especifiquen los alcances y la finalidad. La falta de consentimiento de alguno de los padres eliminará la posibilidad de autorizar la ablación.

EN CASO de muerte natural, y no existiendo manifestación expresa del difunto, deberá requerirse el testimonio de allegados para conocer cuál fue la última voluntad del occiso. Si los testimonios de estos resultaran contradictorios, se recurrirá al texto del artículo 19 bis, que reza “la persona se convierte en donante”.

fuente: http://www.hepatitisc2000.com.ar/blog/index.php?title=argentina_ley_nacional_no_26_066_donante&more=1&c=1&tb=1&pb=1

Wednesday, June 14, 2006


La situaciòn de donantes en España...un modelo a seguir

España, a la cabeza de donaciones y trasplantes de órganosLos trasplantes renales de donante vivo suponen en Europa el 13%El informe que acaba de publicar la Comisión de Trasplantes del Consejo de Europa ha situado a España a la cabeza de la donación de órganos, con una tasa de trasplantes del 34,6 por millón de población. Según este trabajo, en los países occidentales se ha incrementado el trasplante renal procedente de donantes vivosLa labor de concienciación en la donación de órganos que realizan en España las autoridades sanitarias están dando sus frutos.
Según el informe que acaba de publicar la Comisión de Trasplantes del Consejo de Europa correspondiente a los datos de donación, actividad trasplantadora y listas de espera registrados en 2004 –en Europa, Estados Unidos, Australia y Latinoamérica- España se alza con el liderazgo en trasplantes renales con una tasa de 47,8 trasplantes por millón de población (p.m.p), seguido de Austria (42,4 p.m.p) y de Portugal (39,2 p.m.p). A modo general, en materia de donación y trasplantes de órganos, España vuelve a estar a la cabeza con una tasa de 34,6 p.m.p y el porcentaje de negativas familiares más bajo, 17,8%. Según este informe, en los países occidentales ha aumentado el trasplante renal procedente de donante vivo como principal fuente de órganos, complementando a la donación de las personas fallecidas. En este sentido, de los 2.040 trasplantes renales llevados a cabo en Europa en el año 2004, sólo un 13% procedían de un donante vivo. Mientras, Estados Unidos registró un 41,5% del total de 6.647 y España –en este caso por debajo de la media europea- registró apenas el 2,8% de los 2.125 trasplantes de riñón.
La desproporción entre la oferta y la demanda en todo tipo de trasplantes aumenta cada año, según el informe europeo. Aunque en España las donaciones han ido aumentando desde la década de los 80, en el resto de los países occidentales no se da esta situación. Ese descenso en las donaciones de las personas fallecidas ha fomentado la donación de órganos en las personas vivas, un hecho que también ha sido fomentando gracias al auge de la cirugía laparoscópica, que reduce significativamente los riesgos para el donante en la extracción de riñón. Suecia, con un 38,1% sobre el total de trasplantes renales, y Noruega, con un 35,8% son los países en los que más se da esta práctica. Según el informe, esto sucede por ser países donde más se ha reducido la donación de las personas fallecidas.
Por otro lado, allí donde aumentan las donaciones de fallecidos, como Portugal, Francia, Italia o Irlanda, apenas se registran trasplantes procedentes de personas vivas. Las personas mayores, las más solidariasAunque los órganos de un donante joven suelen tener una mayor supervivencia, el perfil del donante en España ha envejecido, y esa edad de los donantes fallecidos ha impulsado el trasplante de riñón en los donantes vivos.
En 1992, el 59% de los donantes tenía entre 15 y 45 años y sólo un 10% era mayor de 60 años. En la actualidad, esas personas jóvenes han descendido hasta el 27,7% del total de donaciones, mientras los mayores aumentan hasta el 37,9%. Esta solidaridad en las personas mayores, y sus familias, contribuyen ha reforzar la situación de liderazgo español y en este ámbito.Sin embargo, y pese a estas cifras, todavía 4.200 personas esperan su nuevo riñón.
Según el director de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz, los pacientes esperan casi dos años hasta lograr un trasplante de riñón, aunque se estima que este año de realicen unos 2.250 trasplantes renales en seis comunidades de nuestro país.Según Matesanz, hasta el 1 de agosto el número de donaciones de órganos se ha incrementado en España casi un 5% "y se espera un descenso en el número de negativas familiares".


10 Preguntas Básicas sobre los Trasplantes (Fuente:http://www.arrakis.es/~aath/)

¿Quién puede ser un donante?
Donantes de órganos y tejidos son personas de cualquier edad que fallecen en un hospital, normalmente en UCI, por problemas que afectan directamente al cerebro.

¿Que órganos y tejidos puedo donar?
Los órganos que se necesitan son: riñón, hígado, corazón, páncreas, pulmón. Y los tejidos: médula ósea, hueso, piel, córneas, válvulas cardíacas, vasos sanguíneos…

¿Mi decisión de ser donante afectará la calidad del cuidado médico que reciba?
NO. La donación sólo se realiza después de haber agotado todos los recursos para salvar la vida y el fallecimiento ha sido declarado. Además los equipos encargados de salvarle la vida y de hacer posible los trasplantes son totalmente distintos.

¿Ser donante supondrá algún gasto para mi familia?
La donación es un acto solidario y anónimo, por lo que es totalmente gratuito tanto para el donante como para el receptor. Y el trasplante se realiza en centros acreditados bajo la supervisión del Ministerio de Salud.

¿La Donación desfigurará mi cuerpo?
NO. Tras la extracción de los órganos el cuerpo no sufre cambio ninguno, y el entierro o incineración pueden realizarse con absoluta normalidad.

¿Que opina la Iglesia sobre la Donación?
La mayoría de las religiones apoyan sin ninguna duda la donación y el trasplante de órganos y tejidos. La Iglesia Católica lo ha valorado como un acto de amor y de generosidad.

¿Como se distribuirán mis órganos?
En España existe la Organización Nacional de Trasplantes que es la encargada de la distribución transparente de lo órganos donados, entre las personas que se encuentran dentro de listas de espera. Debemos recordar que dicha organización sirve de ejemplo y es copiada por otros países. La distribución se realiza de una forma clara y siguiendo unos criterios objetivos que buscan la mayor supervivencia del órgano en el receptor. Factores como la raza, sexo, edad, posición económica o fama no son considerados para dicha selección. Y recordar que la compra y venta de órganos es ilegal.

Para que me recuerden

Para que me recuerden Cuando mi vida haya terminado,
tomen de mi cuerpo todo lo que a otros sirva,
para continuar viviendo y tener una vida más plena.
Den mis ojos a alguien que jamás haya
visto la aurora o la cara de un niño,
o el amor en la cara de una mujer.
Denle mi corazón a alguien,
cuyo propio corazón le ha causado
interminables días de dolor.
Den mi sangre al adolecente
que haya resultado mal herido en un accidente,
de manera que con esa ayuda,
pueda ver jugar a sus nietos algún día.
Den mis riñones a un enfermo,
que hoy depende para sobrevivir
de una máquina cada tantos días.
Tomen mis huesos,
cada músculo,
cada fibra y nervio de mi cuerpo
y encuentren la manera de hacer
que pueda camniar un niño impedido.
Si algo quedara para ser enterrado,
que sean mis pecados,
debilidades y todos mis prejuicios
contra mis semejantes,
entreguen mi alma a Dios.
Si hacen todo lo que les he pedido,
viviré siempre
(poema en www.donante.cl)

Hola todos, mi nombre es Jenny Alvarez, soy estudiante de administración Pública en la Universidad de Chile y hija de una mujer que espera un trasplante de Hígado.
cuando comenzo, todo esto, no lo pude asumir, de hecho me llevo 7 meses salir de mi sorpresa y volcar mis esfuerzos en contruir algo productivo con mi dolor y con el dolor de más de 1200 familias en Chile.
Mi mamá, era una mujer relativamente sana, no tenía mayores problemas de lo que tendría una mujer de su edad, dueña de casa, trabajadora, nos crió a mi y a mi hermana mayor con la más grande dedicación y entrega que una mujer sola, puede criar a sus hijas, ya que mi papá siempre ha trabajado fuera de STGO, donde yo vivo.
El verano del 2005, fue espectacular, recorrimos todo el sur con toda mi familia, fueron dias inolvidables, como nunca, sin embargo al llegar a stgo mi mamá se comenzo a sentir mal, hasta que en los primeros días cayó a la clinica Avansalud, la florida, con una grave hiperglicemia, de casi 450. ahí comenzo toda la historia, luego de varios examenes se dieron cuenta de que algo no andaba bien con ella, sus examenes salían demaciado distorcionados, con un nivel de plaquetas que llegaba a 17.000 cuando lo normal eran aproximadamente de 150.000.
Despues de meses de ir y venir entre diversos médicos, averiguando que era lo que pasaba con ella, llegamos a un gastroenterologo, el DR, Ricardo Amaya, quien nos dijo, que parece que la cosa no andaba bien, que el higado era el que no estaba respondiendo y que necesitaba urgente tratarse con un especialista. él mismo nos envío a donde el DR Danny Oksenberg, Hepatologo del Hospital Clinico de la Universidad de Chile (JJ Aguirre).
fue el 28 de Noviembre, el día, el día que pareciese que se nos hubiera caído el cielo encima, el dr Oksenberg, fue enfatico en decir que en ese momento lo único que quedaba era hacer un trasplante de HÍGADO.
Yo particualrmente, casi me mori, me dió depresión, mi hermana se salio del trabajo en el que estaba para cuidar a mi mamá y mi mamá particularmente se derrumbo, no se levanto de la cama en 2 meses, la depresión y la enfermedad no la dejó levantarse en todo ese período.
pese a todo lo que hemos pasado, la lucha y las ganas de vivir es más grande, no solo mi mamá esta enferma, si no , que yo y toda mi familia también y así probablemente con todas las familias que esperan de la voluntad de otros para seguir viviendo.
Gracias a Dios y la excelente disposición y tratamiento que nos ha prestado el DR. Oksenberg, hoy mi mamá se encuentra mejor, bastante mejor, le podría decir, pero aún esperando desde el 29 de nov del 2005 que entro a la lista de espera.
A partir de todo lo que les he contado, se em hace imposible hasta ahora, no crear una manera en que las 1200 familias que esperan un trasplante nos unamos y generemos conciencia a traves de todos los medios posibles,constituyamos una red de apoyo en la cual informarnos y generar vínculos entre nosotros mismos. ¿si no lo hacemos nosotros quién?
el sistema actual, en el cual la Corporación del Trasplante es el principal actor, necesita más recursos para articularse y lograr relamente los objetivos que todos esperamos, por lo cual, es mi voluntad y espero la de todos ustedes crear conciencia de las implicancias que conlleva el trasplante de órganos, por lo tanto, los invito a unirse a este proyecto y crear conciencia hoy, de que donar órganos, es realmente donar vida.
saludos
Jenny